Porto Fashion Eeek, con un textil reinventado.
Ha sido un abrir y cerrar de ojos. Sólo dos días. En el pasado número de Textil Exprés lo anunciábamos: «La moda de Portugal, en edición de lujo». Y no era para sonreír: era una frase muy seria. Aunque, por supuesto, no para tomarla literalmente: no estábamos hablando de resucitar a Chanel o a Dior. Pero sí de un textil portugués que está ganándose un status de mucho respeto en condiciones muy difíciles.
Nuestros colegas de Oporto, los periodistas del «Jornal Têxtil», que acaban de renovar el formato de su medio, recordaban con ese motivo que, cuando ellos nacieron (en 1997), el sector ITV («Indústria Têxtil-Vestuário», nada qué ver con la revisión del automóvil que esa sigla sugiere entre nosotros) tenía en el país más de 10.000 empresas, que representaban casi el 30% del empleo de la industria transformadora, y el 25% de las exportaciones nacionales; y ahora, al cabo de 17 años, cuenta con cerca de 5.000 empresas, un 20% del empleo industrial, y cerca del 9% de las exportaciones. El golpe ha sido muy duro. Pero nuestros colegas lo afirman: «el sector supo reajustarse y reinventarse y con ello comenzar una nueva vida». Y lo principal de todo (y esto lo añadimos nosotros): el sector superviviente, reducido prácticamente a la mitad de lo que era, tiene la moral de combate que asegura el éxito. Sin eso, no hay nada.
La edición de lujo de la moda portuguesa que había de durar dos días (lo cual ocurrió el 26 y el 27 de febrero) era la tercera convocatoria de la Porto Fashion Week, PFW3, denominación que desde el año pasado «enmascara», aunque sólo hasta cierto punto, al veterano salón Modtissimo. Que esta vez había trasladado su marco, del venerable edificio de la Alfândega, a una sede realmente lujosa de 5 estrellas, el hotel Sheraton Porto, el de más categoría de la ciudad. Aunque no para quedarse; en el otoño volverá (ya ha sido anunciado) a sus cuarteles tradicionales, en los que ha tenido en 2013 dos ediciones de mucho éxito. Pero, por esta vez, Modtissimo quería darse, y darnos, una gran fiesta. Una especie de consagración en sociedad.
El ambiente en el Sheraton era realmente brillante. Ahora bien: no sólo de lujo (que se manifestaba sobre todo en el marco); también de profesionalidad y trabajo. Con una gran afluencia de público especializado, y un ambiente de búsqueda de contactos, de deseo de suscitar negocios. La mera curiosidad estaba fuera de lugar.
La organización había invitado a muchos clientes potenciales, más de un centenar, del mercado internacional. Por otra parte, hay numerosos clientes extranjeros ya habituales, que fueron invitados algún día, y que siguen acudiendo fielmente a cada convocatoria, por su propia iniciativa. Y clientelas del pasado, por ejemplo de compradores nórdicos, que se alejaron durante la crisis y ahora retornan, quizá un poco fatigadas del trato con proveedores asiáticos.
El comunicado final indicaría luego que se habían computado más de 5.000 compradores nacionales e internacionales, sobrepasando ampliamente los objetivos.
El contenido propiamente ferial. La oferta troncal de esta feria, como en cada Modtissimo, la aportaban los productores de tejidos y accesorios para la confección, con la oferta de 70 marcas, cuarenta portuguesas y treinta extranjeras (principalmente italianas); estas últimas, en su mayoría representadas por agentes. España figuraba con cuatro firmas: Diverchildren, Grupo Dimas, Murtra y Sidogras.
La otra participación sustancial (ésta toda portuguesa) era la de industriales de confección y sus servicios adyacentes, con 50 participantes con oferta para adultos y 25 especializados en prenda infantil, más las 10 firmas del Fórum de Nuevos Talentos, y 27 empresas de servicios. En conjunto, unos 200 protagonistas.
Aproximadamente otro centenar de participantes de diversas categorías correspondían al colectivo globalmente identificado como iTechStyle Innovation Business Forum by Citeve, con el que el textil portugués presenta desde hace algún tiempo lo mejor de sí mismo en términos de desarrollo tecnológico: un mundo con justicia bautizado como «los textiles del futuro», que en esta ocasión incluía la presentación de 15 productos altamente innovadores, comprendidos los ganadores en enero último de cuatro premios a la innovación en la feria muniquesa de artículos deportivos Ispo.
El escaparate de proyectos/conceptos presentaba seis trabajos de I&D en curso, liderados por empresas y Universidades nacionales, demostrativos de la capacidad innovadora del textil «made in Portugal», con especial desarrollo en el campo de las tecnologías «wearables» (que se pueden llevar como complementos del vestir) o de la electrónica impresa.
El segundo día hubo un «workshop» organizado por la patronal textil ATP, en el que ésta mostró a los miembros del sector y a los medios de información el plan de actuación en la órbita internacional para 2014, con el soporte de fondos comunitarios; que comprenderá, entre otras cosas, la participación colectiva de expositores lusitanos en nada menos que 70 manifestaciones feriales alrededor del mundo. Una de las mayores acciones de promoción de país que se verán en el textil mundial. Y que, por supuesto, rebasa ampliamente la presencia ferial española por lo que se refiere a imagen nacional.
Por otra parte, para mantener el espíritu de la Porto Fashion Week, Modtissimo proyectaba en pantalla gigante en el marco del Sheraton las fachadas de las boutiques de moda y diseño de la Baixa do Porto (el Fashion District de la ciudad), con sus escaparates, en el entorno de la Alfândega, que en esta ocasión habían quedado descolgadas de la manifestación ferial, al desplazarse ésta a otro lugar de la ciudad.
[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 212 — abril 2014 ].