«Por primera vez en mucho tiempo, el factor más preocupante que tuvimos durante el salón no fue la crisis económica sino la nevada». Este juicio de un expositor de Who’s Next Prêt-à-Porter resulta muy tranquilizante, porque la gestión de la crisis puede durar todavía mucho tiempo, pero por lo visto ya nos hemos acostumbrado. Para los efectos inmediatos, la nevada era lo más inquietante, aunque fuese cuestión de un par de días. Las ferias ahora son episodios fugaces; está muy lejano el tiempo en que duraban una semana. Por tanto, una tempestad en el breve momento álgido de una feria puede arruinarla por completo, ya que no hay tiempo para reprogramar las citas que no han podido cumplirse. Sin embargo, aunque en París se notó un efecto de disminución de afluencia muy concreto y medible, el estado de ánimo en los salones no se vio gravemente afectado. Los informes finales de las organizaciones son estimulantes.
Como se sabe, Who’s Next había integrado en su nombre el del otro salón comprado hace dos años, atribuyéndose la denominación unificada de Who’s Next Prêt-à-Porter, pero finalmente se ha consagrado otra síntesis más fácil y expresiva, que quedará: Who’s Next París. Reunió la excelente cifra de 2.000 expositores. No es que sea un milagro; de hecho es la suma, en números redondos, de los que ya tenían antes por separado las dos organizaciones feriales fusionadas. Pero dicho así, junto, suena más fuerte.
Evidentemente, una cifra tan redonda no podía ser exacta. Había 830 marcas de prêt-à-porter (prendas), en los sectores Private, Fame y Mr. Brown, y 910 marcas de accesorios, formando los sectores Who’s Next Accessories, Première Classe y Mr. Brown Accessories. Esta última cifra, con un territorio de exposición ocupado de 27.000 m2, hacía de Whos’Next la mayor feria de accesorios jamás vista en París, y convirtió a la ciudad del Senaen la capital mundial de los accesorios por unos días.
Los visitantes asiáticos crecieron un 16,5% y los americanos un 4,4%. Esto hubiera hecho muy felices a los organizadores, que tienen entre sus objetivos el de alcanzar una clientela más mundial (no tan parisina como la que les caracterizaba históricamente). Pero la alegría se vio contrarrestada por el disgusto de que la audiencia europea no francesa descendiera un 4,2% y la de Francia… ¡un 17,3%!, lo que motivó para el conjunto de visitantes un retroceso del 12%. Hubo 57.838 compradores en total, 36.712 nacionales y 21.126 internacionales. De España acudieron 1.908 personas (-12,5%), ocupando el tercer lugar por países.
El ambiente del salón, que discurrió del 19 al 22 de enero, fue muy profesional; de trabajo, no de pasatiempo. Los expositores con larga historia creían estar reviviendo otras épocas, cuando los clientes no sólo iban a ver novedades como diversión, sino a discutir sobre productos, calidades, plazos y precios (una compra consciente).
[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 205 — febrero 2013 ].