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En el número anterior anunciábamos que el doble salón parisino Who's Next & Première Classe celebraría en enero la edición conmemorativa de sus primeros veinte años, y sentaría las bases para desarrollar otros veinte años de su historia, revisando algunos conceptos que han de constituir las líneas maestras de su evolución futura. Esencialmente así fue y, por lo que pudimos captar sobre el terreno, con resultado satisfactorio.

Tanto en la denominación del evento como en la categorización de los contenidos, desaparecieron ya del todo las referencias al prêt-à-porter, que ha dejado de ser un elemento nostálgico hacia el cual se guardaba cierta cortesía. Sólo se mantuvo la dualidad original, de Who's Next para la oferta de confección y Première Classe para la oferta de accesorios, en territorios suficientemente delimitados como para poder hablar de dos salones paralelos, aunque hermanos; por supuesto, con una dirección única. Las fechas fueron del 23 al 26 de enero, viernes a lunes.

Who's Next se componía ahora de cinco sectores bien definidos: Fame, en el pabellón 4 de la Puerta de Versalles, con 230 marcas (9 de ellas españolas), de firmas o creadores de prêt-à-porter femenino con más de 10 años de historia, incluyendo bajo el subtítulo Atelier una selección de jóvenes diseñadores y creadores, con cierto nivel de «couture». Private, en el pabellón 2.2, con 160 marcas (15 españolas), de moda femenina, creativas con fuerte potencial comercial, e internacionalmente reconocidas. Trendy, en el pabellón 3, con 70 marcas (4 españolas), de «moda femenina en el aire del tiempo», a precios abordables. Urban, también en el pabellón 3, con 100 marcas (sólo una española), mixtas de denim y de streetwear. Y Studio, en el mismo pabellón 3, con 200 marcas (31 españolas), dispuestas en un recorrido evolutivo que agrupaba las colecciones por universos temáticos, del casual al muy femenino. Por tanto, Who's Next reunía la oferta de 760 marcas, con 250 francesas, 100 italianas y 60 españolas como principales contingentes nacionales.

Por su parte, Première Classe agrupaba a los expositores de accesorios (700 marcas, comprendiendo 378 francesas, 160 italianas y 70 españolas, también en cabeza) desplegados por los pabellones 7.1 y7.2, comprendiendo diseñadores específicos de este tipo de productos, incluidas las marcas emergentes. La oferta se organizaba espacialmente en torno de un corazón creativo multisectorial, multicultural y multiproducto. Este epicentro estaba rodeado y completado por las marcas líderes de la costura, de las joyas y de los accesorios textiles, en el pabellón 7.1, y por una oferta de marroquinería, artículos de viaje y material escolar en el pabellón 7.2.

Resumiendo, los expositores de toda suerte, en el doble certamen, eran 1.460, con 130 protagonistas españoles. En enero de 2014 el total de firmas presentes había sido de 1.700 (la baja se produjo principalmente en los expositores de accesorios, por una criba intencionada que hicieron los propios organizadores), y el de españoles, dentro de ellos, de 150. En los primeros tiempos de la fusión del Prêt-à-Porter París y el entonces dual Who's Next-Première Classe se había llegado a hablar de 2.000 expositores como cifra resultante, pero era seguramente un redondeo muy a la ligera. En cualquier caso, es cierto que ahora se hizo una depuración consciente e importante. Y posiblemente esta cifra consolidada menor sea la que se mantenga.

En cuanto a la presencia de expositores españoles, probablemente la presencia de este invierno fue bastante racional, y a partir de ahora se vaya consolidando y expandiendo sobre la base de una nueva capa de actores del sector, empresarios incipientes (pues los hay) que busquen mercado, y a los que la entidad Fidancia, promotora de los salones de París en el ámbito español, sabrá movilizar y, por decirlo así, seducir con inteligencia.

De los expositores antiguos, algunos (y no pocos), por supuesto, han desaparecido, como en todas partes, en el torbellino de la crisis.

 

Impresiones del ambiente. El aspecto de Who's Next era de un salón funcional, con muchas zonas de relax. Desapareció una cierta confusión de sectores que parecía haber antes. Ahora estaba todo sectorizado con precisión, sin lugar a despistes.

Acudieron expositores de tejano, probablemente de los que exponían en el Bread & Butter y se quedaron sin escenario propio. La oferta del conjunto, en general, era de calidad; quizá no se veían diseños espectaculares, pero sí un buen producto. Todos los stands estaban trabajando con bastante continuidad. Raramente se veía uno sin clientes. Las áreas de nuevos diseñadores mostraban la aportación de creadores muy imaginativos.

La boutique multimarca no debería dejar de acudir a estos salones, para ver qué se presenta, cómo lo exponen; una manera de estar al día. Si es clásico el dicho de que París bien vale una misa, en esta materia vale más de dos o tres misas.

 

Un anexo llamado From. En el pabellón 4.B del propio Parque de Exposiciones de la Puerta de Versalles, inmediato a los que albergaban la oferta de Who's Next-Première Classe, se podía ver otro salón llamado From, que se declaraba en su preámbulo «anexo a Première Classe» (por tanto, de alguna manera concertado con él), para presentar una «versión complementaria» de accesorios, de 67 expositores (básicamente de la India, con algunas aportaciones de otros países), que en cierto modo suplían aquella pérdida de dimensión experimentada por el Première Classe propiamente dicho.

Se complementaba, en dos de las jornadas, con una conferencia (de naturaleza económica y didáctica) sobre «La India, vuestro destino de Sourcing».


[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 217 — febrero 2015 ].


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