El Centro de Información Textil y de la Confección, Cityc, difundió a comienzos de febrero de 2012 un informe titulado Balance de 2011, que ofrece un primer cuadro del sector Textil/Confección en el cambio de ejercicio y aventura un juicio sobre la evolución previsible para el año que empieza.
Cierre de un año que empezó bien y se fue degradando. La recuperación de la demanda acontecida a lo largo de 2010 ha continuado en la primera mitad de 2011. Posteriormente ha ido perdiendo intensidad a causa del menor crecimiento económico y las turbulencias financieras que han afectado con intensidad a la zona euro, experimentándose un fuerte retroceso en la segunda mitad del año.
Las exportaciones han continuado siendo básicas para las empresas ya que el mercado español ha evolucionado negativamente debido a la ralentización del consumo, la continuación de la crisis de la vivienda y las expectativas sobre la evolución de la economía en general.
Este mayor dinamismo de la demanda exterior se refleja en un crecimiento de las exportaciones del 12,9% respecto al año anterior. Los mayores incrementos se dan en prendas de vestir (+14%) y en hilados y tejidos (+11%).
Las exportaciones que más han aumentado son las dirigidas a los mercados no europeos, aunque Europa continúa siendo el principal cliente ya que recibe casi el 70 por ciento del total exportado. Los principales países receptores son: Francia, Portugal, Italia, Marruecos y Alemania, que representan casi la mitad de las ventas exteriores.
Las importaciones han crecido también, aunque con menor intensidad que las exportaciones (+11,9%). Continúa la presencia destacada de los productos asiáticos, casi la mitad del total importado, con China como principal proveedor, seguida de Portugal, Turquía, Italia y Marruecos. A pesar de la preponderancia del suministro asiático, las entradas procedentes de la UE han crecido con intensidad (+18%), lo que podría reflejar un cierto retorno al suministro de proximidad ante el encarecimiento de los productos asiáticos y las ventajas de tiempo y flexibilidad que caracterizan al aprovisionamiento cercano.
La progresiva reducción de la demanda, en especial en la segunda mitad del año, ha tenido una repercusión negativa en la producción y en el empleo sectoriales, que retroceden respecto a los niveles alcanzados el año anterior y que todavía son inferiores a los de 2008, año que significó el punto más alto de la anterior fase expansiva de la economía mundial.
Entre los factores que más han influido en la situación de las empresas destacan nuevamente las dificultades de acceso al crédito, con la consiguiente afectación en la evolución de las mismas y en el conjunto de la cadena textil, en forma de un alargamiento de los plazos de cobro y un aumento de los impagados.
[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 199 — febrero 2012 ].