No pongamos los carros antes que los bueyes: sin sostenibilidad financiera, no hay nada.
«Estamos hablando todo el tiempo de sostenibilidad, pero a veces me da la sensación que ponemos el carro delante de los bueyes. Primero, sostenibilidad financiera. Si no hay sostenibilidad financiera, no hay nada. No hay futuro, no hay empleo, no podremos invertir en sostenibilidad medioambiental.
«Estamos hablando todo el tiempo de sostenibilidad, pero a veces me da la sensación que ponemos el carro delante de los bueyes. Primero, sostenibilidad financiera. Si no hay sostenibilidad financiera, no hay nada. No hay futuro, no hay empleo, no podremos invertir en sostenibilidad medioambiental. Evidentemente, lo uno va ligado al otro, no solamente por conciencia y responsabilidad como empresarios, sino porque además nuestro consumidor lo premiará o lo castigará. Pero, primero, sostenibilidad financiera. ¿Y por qué digo que 'primero financiera’? Porque la sostenibilidad requiere inversión». Así se expresó Ángel Asensio, presidente de la Confederación ModaEspaña y de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Madrid (por lo que era anfitrión del evento) entre otros cargos; en la jornada sobre Retos del Sector Textil y de la Moda en el ámbito de la Sostenibilidad, celebrada el 8 de julio en Madrid.
«Es importante y debemos estar de enhorabuena por el hecho de estar todos juntos [a través del Observatorio Textil y de la Moda, OTYM] con un mismo objetivo: poner en valor nuestro sector. Hay diferentes modalidades de negocio, todas legítimas. Estamos en un mundo globalizado, no vamos a poner puertas al campo, no creemos en ello, pero no es incompatible con poner en valor lo nuestro. Estamos en un país desarrollado. O apostamos por valor añadido y por elemento diferenciador o lo tenemos complicado. Todos los modelos son legítimos. Todos son viables, pero evidentemente hay una apuesta clara y diferenciadora que va ligada a nuestro modo de vida y a nuestra cultura y a nuestro nivel: producto, diseño, calidad».
Hay retos como el del consumo de recursos y la generación de residuos que deberían ser gestionados entre todos. «Son tiempos de regulación, es verdad, pero nos tienen que dar márgenes. Y debería legislarse desde las empresas, no desde los despachos, porque si legislan desde las empresas conocerán realmente qué es lo que hay que hacer en bien del futuro, de la sociedad, pero también de la propia empresa y eso es vital».
Hay que hacer también un esfuerzo para que los planes lleguen a todo el sector. «El 98% del tejido empresarial español de la moda sigue muy atomizado, está compuesto por pymes e incluso podríamos cambiar la 'p’ inicial por la 'm’ de microempresas».
El objetivo final de todo esto es poner en valor la moda española. Habrá que actuar en otros ámbitos. Uno de ellos es precisamente el tamaño de las empresas. Debería haber «un plan estratégico de fusiones y adquisiciones, donde el sistema financiero puede apoyar, no solamente a la parte de sostenibilidad. Para que las empresas sean más sostenibles, tienen que tener más recursos. Y, para tener más recursos, hay que tener más tamaño. Con el sector financiero podemos trabajar en esa línea».
También serán necesarios apoyos para los SCRAP [Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor, dedicado a las tareas de recuperación y reciclado]. «Serán los que al consumidor final les darán la garantía que esas prendas se recogen y que van a un centro de reciclaje con operadores» dentro de la normativa.
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