Aprobada la operación con Mutua Madrileña, así quedó la propiedad de El Corte Inglés.

Dinero fresco para reducir deuda, y un compromiso de salida a Bolsa.

Tal y como ya habíamos anticipado el año pasado en las publicaciones de Aramo Editorial, para el 26 de enero se convocó junta general extraordinaria de accionistas de El Corte Inglés, que deberían aprobar una reducción de capital del 6% y, a renglón seguido, autorizar el acuerdo alcanzado con la aseguradora Mutua Madrileña, que contemplaba su entrada en el accionariado con la toma de un 8%, por el que abonaría 555 millones de euros. Ambas cosas liquidaban la autocartera resultante de la compra de la participación de María Antonia Álvarez y Dimas Gimeno (hermana y sobrina del ex-presidente fallecido, Isidoro Álvarez).

Dicho acuerdo incluía también la venta de un 50,1% de su filial de seguros, por parte de El Corte Inglés a Mutua, que pagaría otros 550 millones. Dinero fresco para reducir deuda.

Adicionalmente, el presidente de Mutua, Ignacio Garralda, entraría en el Consejo de El Corte Inglés. Por otro lado, todos asumen un compromiso de lanzar a Bolsa El Corte Inglés antes de seis años.

Lo que, junto con la ya mencionada e importante reducción de deuda que podrá efectuar la compañía fruto de esta inyección de dinero, constituía una de las novedades más destacables de la operación.

En efecto, los planes fueron aprobados. Y, desde la ejecución de los acuerdos, la propiedad del grupo queda así:

• Fundación Ramón Areces, 40,04%.

• Cartera de Valores Iasa (Marta, Cristina y César Álvarez), 18,4%.

• Primefin (jeque Al Thani), 11,07%.

• Corporación Ceslar (Carlota Areces), 9,64%.

• Cartera Mancor (Paloma García Peña), 8,04%.

• Mutua Madrileña, 8%.

• Minoritarios, 4,81%.

En la misma junta se aprobó la reelección de Víctor del Pozo como consejero delegado, con un mandato por cinco años, hasta 2027. Por tanto, sería el encargado de preparar y conducir la salida de la compañía a Bolsa. Perdón, ¿cómo dice? Ah, esto de haber tenido un paréntesis en la publicación de los boletines es lo que tiene: el párrafo final solo sirve para acentuar la sorpresa de lo que ocurriría poco después. Véase una noticia sobre la abrupta salida de Víctor del Pozo.