How to resolve AdBlock issue? ¿Volveremos a valorar la ropa sin arrugas? ¿O primaremos la comodidad sobre la elegancia?
Vamos a ofrecerles un ejemplo que no es de este sector, excepto tangencialmente, pero que evidencia claramente lo que ha ocurrido por efecto del «cocooning» de la pandemia (y, de alguna forma, el teletrabajo). En las tiendas de equipamiento del hogar hay dos productos de vapor que experimentaron comportamientos opuestos a raíz de la pandemia, y que ahora conocen, en sentido inverso, la resaca post-coronavirus (uno) y el regreso a una cierta normalidad (otro). Unos son los aparatos para limpieza a vapor... y otro las planchas de vapor. Todo vapor, pero no es lo mismo. ¿Cómo afectó la pandemia a ambos productos?A la limpieza por vapor, positivamente, ya que el consumidor descubrió la necesidad de higienizar a fondo el hogar. Pasada la pandemia, el «subidón» de ventas pasó también, aunque ha quedado un «poso de conciencia»: a la hora de comprar aparatos para limpieza, el consumidor ya no solo piensa en retirar la suciedad aparente, sino en eliminar riesgos de salud. A la plancha, por el contrario, la pandemia le sentó mal. El teletrabajo hizo que las personas no se vistiesen formalmente, y la ropa cómoda de estar por casa («leisure-wear», «homewear») no precisa planchado, así que las ventas de planchas a vapor cayeron. Ahora el mercado se recupera, pero está lejos de los niveles pre-pandemia. ¿Querremos volver a ser elegantes y salir bien con la ropa bien planchada? ¿O seguiremos apostando por una arruga que no tiene nada que ver con la belleza (Adolfo Domínguez y el lino) sino con la comodidad?
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