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Todo en casa, y para un cliente fiel: una filosofía muy propia.
Entre las firmas de moda femenina pertenecientes al clúster catalán ACTM que desfilaban esta vez en el marco de 080 Barcelona Fashion figuraba, como en anteriores ocasiones, Naulover.
En la literatura que con este motivo repartía en los dossieres de prensa, se describía a sí misma de este modo:
«Naulover se inspira en la estética de las princesas de los cuentos de hadas con un punto atrevido para presentar su colección de primavera-verano 2015. Como si de una fábula se tratara, la colección Spicy Candy de Naulover propone estampados que emulan los nenúfares y las plantas tropicales de los cuentos mágicos.
El punto sigue siendo el protagonista absoluto de la colección y para esa temporada se combina con diferentes tejidos como viscosa, rayón y punto de seda que dan lugar a prendas frescas y envolventes. Vestidos largos y minivestidos, faldas largas y cortas, chaquetas tipo sastre y 100% oversized elevan la feminidad de la mujer a la máxima potencia.
Para la nueva temporada de verano, la colección de Naulover está teñida de colores llamativos que, combinados con tonos pastel como el salmón, el azul celeste o el rosa, dan lugar a una explosión de colores que plasman la imagen de una mujer dulce con un punto picante.
Spicy Candy combina a la perfección el aire soñador y evocador de la primavera y los cuentos de hadas, con el atrevimiento de una mujer actual e independiente».
Hasta aquí la descripción número 1, sin duda elaborada por la responsable de las relaciones públicas, interna o externa, que alguna habrá.
No se necesitaría decir nada más. Con copiar el texto de la propia marca resultaría una descripción impecable, y posiblemente sincera en términos generales.
Intentando no obstante dar una visión más personal, la cronista empezó a tomar algunas notas del desfile. Pero, francamente, la cosa empeoraba. La visión era menos poética y, a decir verdad, algo frustrante. En toda colección, las disonancias, si las hay, se ven sobre la pasarela. Y las vulgaridades también.
En caso de seguir, sería la descripción número 2, con un cierto componente crítico y quizá no demasiado interés final.
Pero una espectadora que estaba al lado, que parecía no ser periodista, y que conocía bien el aspecto más humano de la compañía, iba haciendo ciertos comentarios, que trataremos de resumir aquí:
«Esta empresa es de admirar, sigue siendo nacional en toda su producción, y en la materia hasta donde puede.
Tiempo atrás, con la entrada de un nuevo alto mando que procedía de una multinacional, éste propuso cambios: sacar producción y demás cargas fuera de la empresa. Pero la empresaria dijo: «¿Y por qué?» «Pues para hacer la empresa más rentable, y así tener más ganancias». La empresaria añadió: «¿Y con ello habrá bajas de personal? En esta empresa no se despide a nadie, y la fabricación seguirá siendo aquí; si esto no te interesa, ya te puedes marchar». Pero el mando en cuestión se quedó, y aún sigue, y la producción también.
Naulover tiene un cliente fiel, que siempre encuentra la prenda que necesita. Sus maniquíes de prueba son las vecinas del pueblo donde está ubicada la fábrica; las hay gruesas, delgadas, pequeñas, altas…, todo un abanico representativo de la consumidora nacional. A decir de alguien conocedor del sector, Naulover y un confeccionista de caballero de Salamanca son los que mejor van dentro del actual mercado, y van bien sin ningún secreto, porque ambos son fieles a su línea y a sus clientes, sin devaneos sobre qué tendencia tomar».
Esta es la descripción número 3, la voz de la calle en estado puro. Después de estas consideraciones, ponerse a analizar minucias de estilo y de tendencias parecía completamente fuera de lugar.
A Naulover le va bien, o así parece, desde hace más de cincuenta años. Tiene una tienda propia, una flagship, en la calle Rosellón de Barcelona; 600 puntos de venta en tiendas multimarca y 90 corners en los centros de El Corte Inglés, y opera en el canal online. Ha empezado a internacionalizarse; vende ya en Andorra y otros 11 países, y está creándose una estructura en Italia: se ha instalado en los grandes almacenes Coin, y tiene cuatro tiendas en Milano, Padova, Catania y Messina.
Y todo manteniendo la producción en casa, a pesar de los gurúes de la gestión, según aquella informante ocasional.
[Publicado en TEXTIL EXPRES Suplemento 214 — septiembre 2014 ].
