Roland acaba de lanzar un modelo que permite imprimir tejido por sublimación, de forma directa o por transferencia.
«Aplicaciones para generar nuevas oportunidades de negocio», a partir de impresión por sublimación, fue uno de los talleres impartidos dentro de la última edición de C!Print, en la que participaron el profesor de Artes Gráficas del Colegio Hogar Afundación, Ricardo Fernández Costas, y Encarna Luque, responsable de desarrollo de negocio de tintas y textiles de Roland DG para la región Emea.
¿Por qué sublimar? La respuesta es fácil: se trata de un proceso muy flexible, económico, con múltiples ventajas. Por ejemplo, la viveza del color, que no se logra por otros sistemas, incluyendo la posibilidad de incluir tonos flúor difícilmente conseguibles con otros métodos. La sencillez del equipo: la misma impresora sirve para trabajar sobre tejido, material fotográfico, madera, alfombrillas, tazas... prácticamente cualquier soporte que permita anclar la tinta; sólo cambia el elemento final: para sublimar tejidos se precisa una calandra, para sublimar tazas un horno. La capacidad de personalización: «puedo imprimir la equipación de un equipo de fútbol con el número y nombre de cada jugador, y sacarlo en una sola tirada» —dice Ricardo Fernández—. También, el tacto: «No tapa el poro, la tela sigue respirando, y es fantástico ponerte una prenda en la que no notas nada adherido».
Fernández advierte que hay que tener siempre en consideración la naturaleza de la base a imprimir. «Requerimos normalmente tejidos sintéticos, generalmente poliéster o una composición con alto porcentaje de poliéster, pero también pueden sublimarse poliamidas y elastanos» (literalmente, Ricardo Fernández dijo «nailon y lycras», esto último con una impropiedad muy habitual en el sector). Advirtió, sin embargo, que es preciso ser cuidadosos con el proceso. «Siempre hay que testear, porque hay materiales que sí que subliman, pero luego pierden propiedades debido al proceso de sublimación».
Son varios los parámetros a controlar. No todos los papeles son iguales, varía el acabado superficial (lo que modifica la calidad del baño, y puede que la tinta se quede adherida a la fibra papelera) y el gramaje (que permite soportar más o menos cantidad de tinta). Y el tipo de tinta es fundamental. Y, naturalmente, la impresora. El Colegio Afundación trabaja con la RT-640 de Roland, que, con muy pocas pasadas, entrega muy buena calidad de reproducción.
Y, después, no debe olvidarse el equipo de transferencia, por supuesto. Una calandra debe garantizar una temperatura homogénea en toda la superficie. Suele buscarse un equilibrio entre velocidad y temperatura. Con más temperatura se acelera la transferencia. A menor temperatura hace falta más tiempo. Pero los excesos de calor pueden dañar al material. Es importante, por otro lado, que no se entregue mucho calor al comenzar la operación y la temperatura vaya bajando después durante la producción.
Encarna Luque, de Roland DG, explicó que la práctica totalidad de ropa deportiva se imprime hoy por sublimación. Se requieren colores muy vivos, masas sólidas, con mucha potencia y viveza de color, y evitar que al colocarse un maillot se vean rayas blancas. En moda el trabajo es diferente: estampados de tonos pastel, tela muy fina... Todo se puede hacer con la misma máquina, pero hay que ajustar el perfil y la gestión de color.
Encarna abordó un tema de actualidad: la sublimación directa. Para detalle fino recomienda la transferencia, es decir, impresión sobre papel para trasladar después mediante sistema externo al soporte, que debe tener un alto porcentaje de poliéster. La sublimación directa es imprimir sobre tejido de poliéster, que debe estar bien preparado para evitar que la gota de tinta se expanda sobre la fibra. El color queda un poco apagado por este método, pero al pasar por la calandra no sólo se fija la impresión sino que el color sube.
Roland acaba de sacar al mercado la Texart RT-640M, que reúne lo mejor de los dos mundos: un solo equipo permite impresión directa sobre soporte textil, y también sublimación indirecta, sobre base de papel para transferencia.
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