Transformación y nuevos enfoques del color en la obra del belga Olivier Theyskens, sobre maniquíes de estilo especial.
No es el contenido habitual de estas páginas digitales, pero he aquí unas pinceladas de creatividad e inspiración, que recogemos de modo excepcional. Y que muestran la simbiosis establecida entre unas prendas de diseño y sus soportes (los maniquíes que las lucen en una exposición).
En sinuosas poses han aparecido hace pocos días las 26 siluetas firmadas por Olivier Theyskens, que fueron presentadas en el marco del Hôtel le Lièvre de la Grange durante la Semana de la Moda de París, configurando la parte final del tríptico de colecciones del diseñador belga (Primavera-Verano 2022, Otoño-Invierno 2022-23, Primavera-Verano 2023).
Totalmente hecha a mano en su estudio, y centrada en la exploración del brillo y el negro, en esta tercera colección el diseñador persigue su savoir-faire técnico guiándose por una nueva selección de materiales y colores inéditos, tal como explica la documentación de la casa.
Los maniquíes de Bonaveri acompañan las texturas y líneas de la colección con figuras Aloof, realzando y complaciendo las prendas y la búsqueda del diseñador de formas nuevas, fluidas y estructuradas.
La colección Primavera-Verano 2023 de Olivier Theyskens emana un encanto arquitectónico y está envuelta en un aura de trascendencia: volúmenes compactos se encuentran con una sensualidad renovada en vestidos cosidos con una técnica de patchwork ejecutada a mano, imbuidos de nuevas e inusuales propiedades de caída y caída.
La secuencia inicial de siluetas sastre monocromáticas con hombros anchos pinta un carácter imponente y andrógino en cuero, seda y terciopelo. Los tejidos se convierten así en un nuevo material, como las pinturas del artista francés Pierre Soulages, capaces, con cada capa de pintura, de transformar una escultura.
La yuxtaposición del color negro y claro, expresada por las siluetas, siempre ha formado parte de la imaginación del diseñador belga y es la contrapartida de la sensual «égérie» (musa, inspiración) que habita en sus vestidos más femeninos y sinuosos. Entre las prendas, un abrigo largo ultra negro, realizado con una aplicación de retazos de cuero desechados y reensamblados en una acumulación de tul, se convierte en emblema de una composición pura, una transformación sublime de la materia prima.
La colección Aloof de maniquíes está inspirada en las colecciones de archivo de la serie Schläppi de la década de 1960. Reinterpreta e interpreta aquellas figuras, caracterizadas por miembros y dedos alargados, poses exageradas en los límites de la proporción, y una pronunciada inclinación del cuello. El resultado es una visión y unos maniquíes originales en los que las curvas angulosas y las líneas predominantemente rectas se suavizan con la feminidad de las poses.
La elegancia de las actitudes recuerda las atmósferas de los talleres de la década de 1950 y la estética que los estilistas, editores y fotógrafos plasmaron en tomas icónicas que interpretan esa época.
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