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Texworld no observa repercusión, y cuida la vertiente sanitaria. Première Vision, por su parte, calla.
SABÍAMOS ya, dentro de la información general de estos días, que en algunas ciudades de China (particularmente en Wuhan, epicentro de la crisis sanitaria) las actividades ciudadanas están prácticamente paralizadas, a consecuencia de la cuarentena que está implantando el Gobierno para controlar la propagación del nuevo coronavirus responsable de un brote de síndrome respiratorio grave, que ha causado más de un centenar de defunciones y supera los 4.500 infectados confirmados. Y nos preguntábamos en qué medida podría eso afectar a sectores económicos que se apoyan en China como auténtica «fábrica del mundo».
Trabajadores de varios centros de producción destacados han sido instruidos para no acudir a sus puestos durante al menos una semana. Así ha ocurrido, por ejemplo, en Suzhou (a 800 kilómetros de Wuhan), donde tienen instalaciones importantes compañías de varios ámbitos, aunque la prensa internacional ha mencionado sobre todo a las relacionadas con la electrónica de consumo. Una semana de paro imprevisto (y eso en el supuesto de que no se extienda el período más allá de las instrucciones iniciales) tendrá su efecto sobre el abastecimiento mundial de los productos afectados. ¿También sobre el textil? Nos falta mayor confirmación.
También está repercutiendo sobre el transporte. Ahora bien, esto no afecta tanto a las mercancías como a las personas, y por ello se ha convertido en un motivo de preocupación para las grandes citas feriales internacionales, a las que suelen desplazarse numerosos expositores y visitantes de ese país.
Dicha «preocupación» es de dos órdenes. Se ignora en qué medida la restricción de movimientos (salidas de zonas en cuarentena, de China) podrá afectar tanto a las firmas chinas que exponen, como a los compradores de ese país que acuden como compradores a tales eventos. El segundo motivo de inquietud se refiere a una eventual prevención sanitaria en esos recintos de gran afluencia humana para intercambios económicos. Como se sabe, en estos asuntos la alarma ciudadana suele ser mayor que la peligrosidad real de las situaciones, pero ya en el pasado eso motivó cancelaciones de viajes a ferias.
Aunque no se trata del sector de la moda, en España se ha preguntado por las eventuales repercusiones para el Congreso Mundial del Móvil, que se celebrará a finales de febrero en Barcelona. El secretario de Salud Pública de la Generalidad de Cataluña, Joan Guix, informó que prepara un protocolo de actuación frente a casos que puedan ser sospechosos de afectación por el coronavirus, pero de carácter general, no centrado en una feria ni un congreso, por lo que no tomará medidas especiales de cara al Congreso, al que se prestará servicio, en caso necesario, por los canales ordinarios del sistema de salud. Sin embargo, los organizadores informaron que sí que proporcionarán «personal médico de apoyo in situ, en el período previo y durante el evento»; y que también ofrecerán apoyo, de carácter no especificado, a todos los expositores que no puedan viajar al Congreso debido a las restricciones de movimientos en China.
En el momento de cerrarse este boletín, la denominada «neumonía de Wuhan» ha causado 170 defunciones en toda China y hay más de 7.700 casos confirmados de infección. Ciertamente son cifras pequeñas a escala china, pero la peligrosidad del nuevo virus, junto con su capacidad de progresión, son las que inquietan. De hecho, su incidencia ya ha superado a la que tuvo el célebre virus del SARS (síndrome respiratorio agudo grave, que durante un tiempo se conoció como gripe aviar), que casi produjo un pánico en la primavera de 2003. Fruto del miedo a una extensión planetaria de la nueva enfermedad (que ya ha saltado fuera de las fronteras de China), las agencias de viajes recomiendan no viajar al país, y varias líneas aéreas han suspendido conexiones con sus ciudades. Entre ellas, Iberia, de igual modo que ya lo hizo British Airways (del mismo grupo empresarial que Iberia), y lo han hecho la alemana Lufthansa y la holandesa KLM.
Puesto que enseguida tendremos citas importantes en París, del sector textil, con gran afluencia de expositores y compradores chinos, como son Première Vision y el conjunto de salones en la órbita de Texworld, hemos consultado acerca de ambos asuntos a sus organizadores. Texworld y la galaxia The Fairyland for Fashion (Apparel Sourcing, Avantex, Leatherworld, Shawls & Scarves, Texworld Denim), que se celebra del 10 al 13 de febrero en París Le Bourget, ha respondido que por el momento esa alerta sanitaria no ha tenido repercusiones en los certámenes, y que, concretamente, no se ha recibido ninguna cancelación. En cuanto al protocolo sanitario, «seguimos de cerca las recomendaciones de las autoridades de nuestro país, que no han impuesto ninguna restricción en particular. Informaremos a nuestros expositores y visitantes en el sitio para darles las recomendaciones apropiadas. Cabe señalar que el fenómeno afecta a menos personas que una gripe común en Francia». Première Vision, por su parte, ha optado por no responder. Por tanto, ignoramos si una «crisis de neumonía de Wuhan» es una contingencia prevista o no.
Noticia publicada en TEXTIL EXPRES boletín quincenal 701
