Los astronautas que pisaron la Luna en julio de 1969, vestían trajes desarrollados por una división entonces hermana de la corsetera.
No es un aniversario redondo aunque sí capicúa, es decir que no son 50 pero sí 55 años, los que se cumplen desde la llegada del ser humano de la Luna en 1969. Cosa que pudo conmemorarse de alguna manera ayer, 16 de julio, pues en tal día de aquel año se lanzó el cohete de la misión Apolo XI. Aunque el alunizaje en sí se produjo el 20 de julio, así que el aniversario más significativo se cumplirá el próximo sábado. Permítannos la digresión de meditar sobre el corto tiempo que llevó aquel viaje (cuatro días, sin contar estancia y regreso), si se compara con lo que pueden llevar ciertas travesías en la Tierra.
Tampoco es algo que, en la noticia que nos ocupa, tenga una relación directa con la firma que recupera la efeméride. Aunque inicialmente sí que la tuvo. Es Playtex, la marca de corsetería, la que nos la evoca.
Sobre los orígenes de Playtex hay diversidad de referencias. La nota de la marca nos dice que comenzó en 1932. Esa es la fecha de fundación de Internacional Latex Corporation (ILC), que comenzó a vender fajas elásticas, gorros de baño y prendas para natación. La división Playtex fue creada en 1947, y su objetivo era producir y vender ropa íntima moldeadora a base de látex. En ese campo del moldeado competía con Maidenform, que ya llevaba unas décadas en el mercado. Playtex fue una de las primeras marcas en anunciar en televisión prendas íntimas femeninas.
Una división de Playtex se dedicaba al «área industrial». Fue esta la que ganó en 1962 el contrato para desarrollar trajes espaciales para el programa de la Nasa Apollo, que llevaría al primer hombre a la Luna. Sin embargo, esta división se escindió en 1967, dos años antes del primer alunizaje, y su nombre cambiaría por el de ILC Dover.
Playtex nos recuerda ahora que «siempre apostó por la innovación, con hitos como el Cruzado Mágico, el emblemático sujetador con el que revolucionó la ropa interior femenina al ser los primeros en anunciar este tipo de prenda en televisión. Ese icónico modelo llegó a Europa en 1968, un año antes del aterrizaje en la luna y fue acompañado de una gran campaña publicitaria que, en el caso de la España franquista, tuvo que esquivar la censura. Eran los años sesenta y Playtex estaba en boca de todos».
La división de moda íntima femenina se vendería en 1975 a Esmark, en 1985 a Beatrice Foods, en 1988 se escindió Playtex Apparel, pasó temporalmente por un «management buyout» y fue vendida en 1991 a Sara Lee, que a su vez la vendió en 2007 a Hanesbrands, su actual propietaria. La marca pertenece actualmente a Playtex Marketing Corp, una sociedad mixta al 50% de Hanesbrands y Energizer Holdings. En Europa la ropa Playtex la vende bajo licencia DBA Apparel, una distribuidora de moda íntima que comercializa marcas como Abanderado, DIM o Wonderbra (entre otras), y que la propia Hannes adquirió en 2014.
Por cierto, un año antes, en 2013, HanesBrands también adquirió Maidenform, la antigua rival de Playtex.
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