Europa corre el riesgo de perder un ecosistema esencial, si no impulsa su industria textil y del vestir.
Euratex, «la Confederación Europea del Vestir y el Textil», es una organización integrada por asociaciones sectoriales de los países de la UE (no todos), y de otros de su periferia que no forman parte de la misma, como son Turquía y el Reino Unido.
Este organismo hace lobby en Bruselas, en nombre de esas asociaciones europeas y no europeas, y dentro de ello, con motivo de los «Días de la Industria» de la UE, acaba de solicitar de la Comisión Europea y de los Estados miembro que se establezcan condiciones adecuadas para la competitividad y resiliencia (es decir, la supervivencia) futuras de su base industrial, obviamente referidas a la industria textil y de la confección.
Según Euratex, «la industria de Textil y Vestir es un pilar de Europa con su savoir-faire y excelencia, contando con 160.000 empresas (principalmente pymes), que emplean a 1.500.000 personas, y generan 162.000 millones de euros. El 38% de la facturación de dicha industria se vende en los mercados globales, por lo que las pymes cubren más del 50% de esas ventas globales».
El comunicado comienza indicando algo que muchas empresas españolas compartirán: «La industria textil y de la confección fue duramente golpeada por la pandemia en 2020».
He aquí los cinco puntos que expone Euratex, al señalar que, si la Comisión Europea y los Estados Miembros no quieren perder ese activo, deben tomar medidas (negritas por Textil Exprés).
—Europa debería establecer una vigilancia del mercado eficaz, evitar la competencia desleal y garantizar la igualdad de condiciones. El continente tiene los estándares sociales y ambientales más estrictos y debe proteger la calidad de sus productos. Con demasiada frecuencia escuchamos que los productos fabricados en otros países no cumplen con estos estándares, como es el caso de las máscaras faciales no conformes, y es hora de actuar en consecuencia.
—Europa debería apoyar la transición hacia una industria más sostenible y digital a través de fondos y programas específicos. De hecho, las pymes, por su tamaño y capacidad, no tienen el poder de innovar sus productos y procesos en el corto plazo. Además, el sector debería reducir los riesgos futuros diversificando sus cadenas de suministro y promoviendo la producción cercana. Europa puede volver a jugar un papel fundamental en el desarrollo de una nueva política comercial.
—Europa debería tener un enfoque a prueba de mercado al avanzar hacia la sostenibilidad y la economía circular. La transición verde debe equilibrar cuidadosamente el costo de este proceso de transición y los beneficios a largo plazo. La transición verde y digital se ve desafiada por la crisis económica. Las empresas y los ciudadanos pueden perder interés rápidamente si la transición no proporciona ningún beneficio a corto o medio plazo.
—Europa debería ayudar a los sistemas e institutos educativos a desarrollar un conocimiento integral y de vanguardia de T&C. Puede hacerlo a través de LongLife Learning, Erasmus + y la iniciativa Pact for Skills. Nuestras industrias sufren de una fuerza laboral que envejece y es fundamental volver a capacitarla o mejorarla. Y lo que es más importante, el sector debería atraer a las generaciones jóvenes para que se renueven e impulsen el cambio.
—Europa debería tener un enfoque coherente al legislar en diferentes áreas. Todas las políticas, desde el Pacto Verde hasta la estrategia de Sustancias Químicas Sostenibles, desde la estrategia comercial de la UE hasta la estrategia industrial de la UE, deben ser coherentes y no obstaculizar la industria. Si no, las consecuencias serán fatales.
Según Dirk Vantyghem, director general de Euratex, «la próxima Estrategia Europea para Textiles representa una gran oportunidad para que la industria y los responsables políticos desarrollen una visión de futuro. Si Europa pierde esta oportunidad, corre el riesgo de perder uno de los ecosistemas esenciales. Demasiados sectores se verán afectados por esa pérdida, ya que los textiles están en todas partes, desde un automóvil hasta la calle por la que caminamos».
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