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Caminaba con su hijo cuando resbaló en un trayecto que conocía bien, en un tramo sin dificultad, pero cayó por un precipicio.

A las 12:39 de la mañana del sábado 14 de diciembre, Jonathan Andic, el hijo mayor del empresario Isak Andic Ermay (fundador y presidente no ejecutivo de Mango), llamó al 112, teléfono de emergencias. Caminaba por el monte con su padre cuando oyó a sus espaldas ruido de piedras y arena deslizándose. Al volver la mirada vio que su progenitor había resbalado en el camino, y caía por la ladera en un lugar de fuerte pendiente. Se precipitó unos ciento cincuenta metros, hasta un lugar de difícil acceso.

Patrullas de seguridad ciudadana de Martorell (Barcelona) acudieron al lugar, valoraron la situación y reclamaron apoyo de la unidad de rescate en montaña y medios aéreos. El cuerpo, ya sin vida, fue recobrado sobre las tres y media de la tarde, y trasladado al Instituto de Medicina Legal y Forense de Cataluña para practicarle la autopsia.

Una primera noticia a los medios sugería que el accidente había ocurrido en las Cuevas de Salnitre de Collbató, en el macizo de Montserrat, en Barcelona. Después se precisó que fue en las inmediaciones de esas cuevas, en un trayecto de caminatas muy practicado por los amantes del senderismo, que, además, comunica con dicha atracción turística. No había nadie más, sin embargo, a esa hora. La primera noticia en medios indicó que a Isak Andic lo acompañaban su actual pareja, Estefanía Knuth, y su hijo, Jonathan Andic, pero más tarde se dijo que era solo el hijo Jonathan quien estaba con Isak. Nadie más vio lo ocurrido: padre e hijo caminaban solos. Estefanía Knuth sí que estaba cuando llegaron socorristas y policía, por haber acudido con presteza cuando tuvo aviso del trágico hecho.

Hay más de un acceso a las cuevas. Según se informa, este no era el más frecuentado, del aparcamiento a las grutas, sino el que comunica con el monasterio de Montserrat. Pero es cierto que se han dado diferentes versiones sobre si iban o si regresaban, y si tenían el coche estacionado en el parking de la ruta a las cuevas.

Aunque no es una pista de montaña ancha sino un sendero estrecho, tampoco era un tramo especialmente difícil. Los Mossos d'Esquadra han indicado que la anchura en el lugar del accidente es de un metro. Isak Andic, aficionado a los recorridos por el monte, lo conocía bien —se afirma— por haberlo transitado varias veces con anterioridad.

Naturalmente, las circunstancias del accidente están siendo investigadas, como sucede siempre en estos casos. Todo apunta a una desgracia casual, una pérdida de equilibrio y un resbalón como el que puede pasarle a cualquiera en cualquier lugar. Solo que, en este caso, al borde había un fuerte precipicio.

Isak Andic tenía 71 años. Y su fallecimiento ha causado consternación en medios empresariales y políticos, por tratarse de un personaje de fuerte relevancia en la historia económica del país.

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