Isak Andic: la policía sigue tomando declaración al entorno, personal de la empresa y excursionistas.

Recapitulando (quizá por última vez) las circunstancias del fatal accidente del fundador de Mango.

La verdad es que el asunto del accidente mortal de Isac Andik (del que ya dijimos en una nota anterior que, aun siendo claro que todo apunta a que en efecto fue un accidente fortuito, conviene cerrar la investigación bien dados los rumores y las sombras que se ciernen sobre los hechos), las informaciones periodísticas posteriores siguen poniendo énfasis en las sombras.

Entre la «prensa seria», la sección Informalia de El Economista fue la primera que introdujo una versión particular de las circunstancias del paseo senderista del sábado 14 de diciembre (sin escoltas, para que Isak Andic y su hijo Jonathan hicieran las paces), después tanto El País, como también El Mundo y El Español, han introducido esos datos singulares, que hacen que, aunque en efecto la hipótesis más verosímil es la de un resbalón accidental, no puedan ignorarse los eventuales datos de contexto.

De ahí que sea prudente esperar a que la policía concluya todas las diligencias e interrogatorios, a que el informe de la autopsia no sea preliminar sino definitivo, y a que el juez, a la vista de toda la documentación, de por cerrada la investigación. Que probablemente concluirá lo que ya se ha dado por bueno hasta ahora: que se trató de un desgraciado accidente. Y nada más.

En cuanto a esas circunstancias, cabe recapitular de forma somera lo que va siendo ya más o menos conocido a través de unos medios u otros, a falta, naturalmente, de que la investigación perfile los detalles reales y, en su caso, mejore o corrija las versiones que han trascendido.

En la mañana del sábado 14 de diciembre, Isak Andic y su hijo Jonathan condujeron hasta el aparcamiento, en el término de Collbató, donde suelen dejar los coches los excursionistas que quieren acceder a las cuevas del Salnitre, en una de las laderas del macizo de Montserrat.
Isak Andic, una persona que valía 4.500 millones de euros, suele moverse con escoltas. Esta vez no le acompañaban. Aparentemente, porque quería privacidad. Se cree que padre e hijo llevaban unos meses distanciados y querían resolver sus diferencias con una conversación tranquila.
Anduvieron unas dos horas por el sendero de las Feixades. Este en realidad permite llegar hasta el monasterio de Montserrat, además de pasar por otros puntos de interés, entre ellos las cuevas de Salnitre.
Se supone que padre e hijo se reconciliaron y, selladas las paces, emprendieron el regreso al vehículo.
Hay una versión que sugiere que Isak Andic acababa de separarse para continuar, el solo, por una variante. Pero esto no se ha repetido informativamente.
Parece claro que Jonathan caminaba por delante, su padre detrás, sonó ruido de piedras, Jonathan se giró, y vio que Isak caía por el barranco. Fue una caída de unos 150 metros.
El sendero tiene diferentes tramos, de distinta comodidad para el caminante. Construido hace más de un siglo para caballerías, actualmente lo transitan cada año numerosos senderistas de toda edad y condición. Isak Andic lo conocía bien y estaba en buena forma y buen estado de salud. En principio podría descartarse un desvanecimiento. Parece que nunca se han producido desgracias personales en el camino en cuestión. Los senderistas lo consideran fácil y seguro, pero reconocen que hay tramos de firme suelto, con gravilla, en los que resbalar puede resultar peligroso debido a la pendiente de la ladera. Puede ser problemático particularmente en descenso, que es como lo transitaban en ese momento Isak y Jonathan Andic. Por otro lado, cualquiera que pase ahora por el tramo en cuestión puede constatar que no hay peligro pero es necesario andar con cuidado. Unos metros más allá, el sendero se ensancha y hay menos piedra suelta.
Jonathan llamó a Emergencias. Eran las 12:39 horas. «Mi padre está inconsciente, lo he visto caer, no puedo llegar a él». También advirtió que no se podía llegar al lugar en coche.
Los relatos periodísticos no coinciden en qué servicio de seguridad llegó primero. Unas versiones cuentan que primero fueron servicios de protección ciudadana que subieron a pie y, verificado dónde estaba el cuerpo, pidieron un helicóptero. No obstante, es un detalle irrelevante.
Jonathan también debió de telefonear a la pareja de Isak, Estefanía Knuth, pues esta ya estaba en el lugar de los hechos cuando llegaron los cuerpos de seguridad. Algunas informaciones señalan que Isak Andic se había «desplazado a la zona con varios miembros de su familia», aunque solo hicieron el camino padre e hijo.
Algunas primeras noticias también dijeron que estaban allí madre e hijo, cosa que se explica por la urgencia del redactor. Sin embargo, Jonathan es hijo de la primera esposa de Isak Andic, Neus Raig; y Estefanía Knuth no era esposa actual sino pareja estable, y tuvo tres hijos con su exmarido, Gonzalo Rodés.
Bomberos, y un equipo de rescate en montaña de los Mossos d'Esquadra, con un helicóptero, llegaron al lugar. Descendiendo con cuerdas, recuperaron una chaqueta, gafas de sol y un reloj. El cuerpo se levantó en cuanto lo ordenó un juez de guardia en Martorell, ya en la tarde del sábado, para ser llevado al Instituto de Medicina Legal y Forense de Cataluña. La cartera y el teléfono estaban intactos.
El informe preliminar de autopsia calificaría la causa de la muerte como indeterminada, en el contexto de un accidente de montaña. Se sabe que presentaba fractura de cráneo. El informe definitivo se conocerá probablemente en un par de semanas.
El trabajo policial fue coordinado por Eduard Sallent, hasta hace unos meses comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, y actualmente responsable de la región metropolitana sur de Barcelona.
Las primeras declaraciones de Jonathan Andic, único testigo, se produjeron en la comisaría de los Mossos en Martorell.
El atestado de diligencias previas que los Mossos d'Esquadra entregaron al juzgado de Martorell indica que «todos los hechos objetivos inducen a creer que el caso se trata de un accidente».
La investigación policial ha proseguido estos días recabando declaraciones en el entorno de la víctima. Eso incluye a personal de la empresa, por cierto. También, fuera de ese círculo, a otros excursionistas habituales de la zona donde tuvieron lugar los hechos. El diario El País ha informado también que no se descarta una segunda «entrevista» con el hijo mayor de Isak Andic, Jonathan.