El atestado confirma la gravilla suelta y constata que fue un accidente. Informalia dio cuenta de la reconciliación de Isak y Jonathan Andic. Y El País constató que el fallecido tenía nuevos proyectos y mucha ilusión.
Ayer el medio «El Debate» titulaba: «Los Mossos descartan que alguien provocase la muerte de Isak Andic durante una excursión». Ha sido un titular desafortunado. Descartar lo que nadie había sospechado viene a dejar una duda, que en este caso es no pertinente: desde el principio todo hacía pensar en un accidente fortuito de senderismo, y es lo que realmente concluye el informe policial.
Que el caso haya sido objeto de investigación es una cuestión de procedimiento normal. Cualquier accidente en montaña se investiga. De hecho, cualquier accidente, incluso una caída en la calle, motiva un atestado.
La investigación fue conducida personalmente por el comisario responsable de la región metropolitana sur de Barcelona de los Mossos d'Esquadra, Eduard Sallent, antes comisario jefe de los Mossos. El informe centró algunas noticias anteriores, en cuanto a los detalles.
- Por ejemplo, que este ocurrió en el camino de Les Feixades, entre las cuevas del Salinitre y el monasterio de Montserrat. [Una descripción de esta ruta, que confirma que hay tramos con piedra suelta, que en bajada —que parece que fue como marchaban— puede exigir atención para no resbalar, puede verse aquí: De ruta en ruta]
- Que Isak Andic había ido a la zona en familia, pero que la caminata la emprendieron solos Isak y su hijo Jonathan.
- Que estaban finalizando el «tramo de ida».
- Que Jonathan fue atendido aquel mismo día por los servicios de asistencia, a causa del lógico nerviosismo, pues se hallaba en estado de shock.
- Que el suelo del sendero presentaba una capa de gravilla suelta.
- Que, además del cadáver, se recuperó la chaqueta, las gafas de sol, el reloj, el teléfono móvil y la cartera.
- Que el informe preliminar de la autopsia calificó la naturaleza de la muerte como indeterminada, investigándose como accidente de montaña. El informe final tardará un par de semanas, pero ya consta que presentaba fractura de cráneo.
Al margen de este informe, es curioso el relato que formula la redactora Sara Tejada en la sección «Informalia» del diario «El Economista», que no tiene nada que ver con el accidente pero añade un contexto de interés humano a la excursión del fin de semana.
Según «fuentes cercanas a la familia», y de acuerdo con el relato de la periodista, «el empresario de origen turco había decidido realizar esta excursión con su hijo mayor, Jonathan, con quien había tenido diferencias recientemente. Quedó con él con la intención de reconciliarse». Añade que, «padre e hijo lograron hacer las paces en el marco de una caminata que empezó temprano y en completa privacidad». «Según las mismas fuentes —continúa Sara Tejada—, la decisión de realizar esta excursión sin seguridad» [excepcionalmente prescindieron de la escolta que solía acompañar al presidente de Mango] «tenía como propósito disfrutar de un momento tranquilo con su hijo, alejados del ruido mediático y empresarial. "Habían quedado para hacer las paces y las hicieron. Fue una reconciliación que deja un consuelo en medio del dolor"».
Parece que, en efecto, y de acuerdo con esta versión de los hechos, las presuntas discrepancias familiares (¿qué familia no tiene desencuentro de opiniones alguna vez?) quedaron resueltas. «Durante la caminata, padre e hijo conversaron largo rato, logrando superar desavenencias pasadas. Según las mismas fuentes, tras recorrer juntos parte del trayecto, Andic decidió continuar solo por un camino menos transitado. Fue en ese tramo donde ocurrió el fatal accidente, cuando el primogénito del fundador de Mango se iba ya y estaba a cierta distancia de su padre, pero no demasiada porque vio la caída que resultaría mortal».
Sin duda, de ser rigurosa esta versión, el estado de ánimo del hijo Jonathan debe haber sido agridulce y emocionalmente enorme tras lo ocurrido: reconciliarte con tu padre y que al minuto siguiente fallezca. Tremendo. Un gran dolor y, como modesto contrapunto, el consuelo de que haber quedado en paz. ¡Qué duro!
Permítannos añadir otra información, también de revista de prensa, sobre el buen momento en que se hallaba el fundador de Mango. El mismo sábado 14, día del accidente mortal, redactores de El País contaban que Andic estaba en un período muy activo: «El jueves a mediodía, el empresario estuvo presente en el acto de presentación del futuro Museo Thyssen en el Saló de Cent del Ayuntamiento. Allí conversó con Carmen Cervera en los corrillos al final evento, donde el fundador de Mango le habló de “nuevos proyectos” con los que estaba “muy ilusionado”. La baronesa y el empresario quedaron en verse en un par de semanas, cuando Cervera volviese de su residencia en Andorra. Después, mantuvo una comida con el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y con el consejero de Empresa, Miquel Sàmper, en el Palau de la Generalitat, según han confirmado fuentes del Govern. El próximo acto público previsto de Andic era una conferencia ante los antiguos alumnos en IESE». Pueden verlo ustedes aquí: El País, 12-12
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