Ayer se inauguró el Igualada Fashion Lab, que no es «un plan» sino su fruto.
Parece un poco absurdo que un ente se describa a sí mismo con un «plan». Pero esto es lo que todavía hace en su sitio de presentación en la red el laboratorio de la moda de Igualada (nombre propio en inglés, Igualada Fashion Lab), que en sentido propio se estrenaba oficialmente ayer. Y es que confunde un poco su realidad con el proyecto, cuyo verdadero cometido no queda muy claro en ese espacio online, donde el IFL es más una especia de idea que un lugar con una actividad concreta.
El IFL se inauguró ayer, en efecto, en un acto con la asistencia de Joan Gabarró, presidente del centro tecnológico Fitex; Ana María Martínez, diputada delegada de Comercio de la Diputación de Barcelona; David Rodríguez i González, secretario de Gobierno Local y Relaciones con el Valle de Arán de la Generalidad de Cataluña; y Marc Castells i Berzosa, alcalde de Igualada.
El acto consistió en la presentación del informe de «Mapeo de la Industria Textil de la Comarca del Anoia», una mesa redonda sobre sostenibilidad y legislación (y otros temas diversos) con directivos de Original Buff, Punto Blanco, El Ganso, 3S Institute y Bóboli. Y una visita posterior a las instalaciones.
IFL fue creado entre otras cosas para rehabilitar la antigua fábrica de Vives Vidal Vivesa (corsetería y moda íntima), abandonada hace años, muy degradada y centro de inseguridad en los últimos años. Y para crear un centro de impulso a las industrias del diseño y la moda de la comarca. Básicamente ahí ha encontrado su acomodo el centro tecnológico Fitex. Y se desarrollarán actividades de formación, con un curso ya en marcha.
En este nuevo entorno se desarrollarán proyectos relacionados con la innovación, la capacitación profesional, la promoción industrial y el emprendimiento, vinculados a la industria del textil y la moda, especialmente de la comarca de la Anoia pero también de toda Cataluña.
El centro se inspira en el Textile Fashion Center de Borås, Suecia. Sus actividades estarán centradas en género de punto exterior, típico producto del textil igualadino, con vocación de ser un espacio de conexión entre fabricantes, marcas de moda, proveedores tecnológicos, centros de innovación y de conocimiento, inversores y empresas emergentes.
Literalmente afirma de sí mismo que «el Igualada Fashion Lab es el Plan de Especialización Competitiva Territorial de las Industrias del Diseño de Igualada y Anoia que el Ayuntamiento de Igualada presentó en septiembre de 2016 a la convocatoria del departamento de gobernación de la Generalitat de Catalunya enmarcada en la estrategia Europea RIS3/ RIS3CAT».
El objetivo de ese plan es «desarrollar proyectos singulares y colectivos relacionados con la I+D+i, a partir de las oportunidades identificadas por los agentes del territorio, y con el fin de transformar nuestro tejido productivo y responder a los retos económicos y sociales del territorio para los próximos años, a la vez que facilitar la recuperación y transformación de la industria».
El proyecto fue dotado con un presupuesto total de casi dos millones de euros (1,998), la mitad aportada vía Fondo Feder de la Unión Europea (canalizado por la Generalidad de Cataluña), el resto a cargo del Ayuntamiento de Igualada y otros socios, más apoyo de la Diputación de Barcelona.
En las próximas semanas se presentará también a los habitantes de Igualada, con «visitas teatralizadas».
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