El mercado de productos usados puede tener más motivaciones, pero la sostenibilidad lo ha hecho, además, respetable.
Humberto Martínez
Director
Aunque se menciona en el cuerpo del artículo principal de este grupo de textos, merece un destacado aparte. La sostenibilidad se declina en muchos casos y se conjuga en muchos tiempos. No es lo mismo el producto sostenible que los procesos-sistemas sostenibles, las empresas sostenibles, o los mercados que apelan a la sostenibilidad.
Como decimos, hay una breve mención en el artículo principal de este grupo al fenómeno de la segunda mano. He ahí un negocio que ya existía, y al que la pátina de la sostenibilidad ha insuflado una imagen más respetable e incluso «trendy». Es un fenómeno interesante, abre oportunidades a unos (las recorta a otros), y puede que crezca.
A este debería añadirse otra fórmula complementaria: la de la ropa de alquiler.
Es difícil saber si el consumidor acude por criterios de sostenibilidad a este tipo de propuestas. Muchos pueden hacerlo por conveniencia (para qué tener un amplio ropero en casa, de prendas que nos ponemos poco), o por asequibilidad, o en algunos casos por gusto orientado a lo «vintage». Algunos lo harán por eco-conciencia. Hablando siempre de cuál es el primer criterio en la decisión de cada cual, naturalmente. Aunque a todos les gustará saber, además, que contribuyen a salvar el planeta.
De todos modos, esto no tiene nada que ver con la fabricación y venta de productos «verdes». Sino con la cultura de la sostenibilidad en el consumo.
- Siento escandalizarles, pero «Lo Verde» y «Lo Sostenible» YA no vende [Artículo principal].
- Lo Verde «Ya NO vende». Pero SE vende. Entiendan la diferencia.
- Si no vendes productos sino la salvación del planeta, quizá funcione.
- Para esto sí que puede servir la narrativa de la sostenibilidad.
- La segunda mano encuentra en la sostenibilidad reivindicación y prestigio.
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